Comienza la reunión, quien dirige realiza una oración y comienza el tiempo de alabanza; toda la congregación disfruta el momento, pero la música se oye muy fuerte y de pronto en el fondo del salón se escucha que un niño comienza a gritar, a taparse los oídos, se tira al piso; su madre trata de calmarlo. Los hermanos de la iglesia se dan vuelta para mirarlo mientras otros comienzan a orar. Alguien se acerca y trata de ayudar; al mismo tiempo que se escuchan algunos comentarios es un “maleducado”, le faltan límites. Termina la canción de alabanza, los instrumentos dejan de sonar, el niño se calma y su madre vuelve al asiento abrazando a su hijo, no comprendiendo lo que pasó. Se escucha que alguien dice: “El Señor ha escuchado la oración, por fin el niño se calmó”.
Escena así o similar puede repetirse en una reunión de iglesia, en la escuela bíblica o en la calle. Sin embargo la decodificación no es simple, presenta la complejidad de lo que se conoce como Trastorno del Espectro Autista (TEA)
El autismo es múltiple es heterogéneo, no hay una persona con autismo igual a la otra. Cada persona presenta una característica única, singular, excepcional.
El diagnóstico en sí no explica la individualidad de cada persona. Niños con el mismo diagnóstico pueden presentar características diferentes. Veamos algunos ejemplos:
- Rodrigo utiliza lenguaje verbal y se comunica. Es verborrágico, interrumpe cuando otros hablan. No tolera los cambios imprevistos y los ruidos fuertes le pueden provocar una crisis. Necesita que todas las cosas estén muy ordenadas si alguien cambia su orden puede provocarle un berrinche.
- Berna se comunica a través de gestos y a través de fotos o dibujos (pictogramas). No quiere estar con otros niños de su edad, se resiste a interactuar prefiere jugar sola separada del grupo.
- Bastian no habla, ni se comunica; no responde a las sonrisas; ni a los saludos. Suele gritar y es muy difícil de calmar.
- Pedro habla pero en su lenguaje prevalecen las frases repetitivas (ecolalia). Puede repetir diálogos completos de películas, con o sin función de comunicar algo.
Estos niños llegan a la iglesia con una familia, que a veces conoce el diagnóstico, otras veces está en el proceso de conocerlo y en otras ocasiones ni siquiera han visitado a un especialista . Esta familia tiene que asumir una realidad que no esperaba; enfrentar un sueño roto; pero por sobre todas las cosas, tiene que encontrar una nueva esperanza. La familia es el sostén de ese niño, participa activamente en las intervenciones mediadas. Seguramente habrá un equipo interdisciplinario detrás que brinda el tratamiento correspondiente. Pero la familia que asiste a una congregación necesita fundamentalmente una Iglesia que comprenda, acompañe, integre, no juzgue, y esté dispuesta a aprender nuevos recursos para comunicar la Palabra de Dios.
La interacción con un niño con autismo implica paciencia, ponerse en el lugar del otro y conocimiento de estrategias. No hay soluciones mágicas, ni repentinas. Si un camino de trabajo y esfuerzo por parte del adulto para aprender a comunicar, a transmitir y brindarse a sí mismo. Poner el cuerpo, en la interacción es lo que el niño necesita. Estar dispuestos a escuchar el dolor, la tristeza, la desesperanza que puede estar presente en muchos momentos de las familias. Aprender a no juzgar y acompañar es el gran desafío que como cristianos debemos enfrentar cuando una familia con un niño con autismo llega a la congregación.
CARASTERISTICAS DE LOS TEA
Los Trastornos del Espectro Autista constituyen un grupo de alteraciones del neurodesarrollo que afectan de una manera global distintas funciones cerebrales de la persona, aparecen siempre dentro de los tres primeros años de vida del niño, pero puede ser detectado más tarde por diferentes causas. (APA 2013).
Las áreas que se encuentran afectadas en forma general:
Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos.
No iniciar ni responder a interacciones sociales. No mirar a los ojos o hacerlo de forma inconsistente, no comprender el lenguaje hablado ni corporal. No comunicar con palabras ni con gestos. No compartir juegos con otros niños, ni poder jugar con juguetes de una forma funcional.
- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Por ejemplo alinear juguetes, movimientos con sus manos estereotipados, repetición de frases sin objetivo dentro del contexto. Apegado a rutinas, respondiendo con gran angustia frente a los cambios pequeños o a las transiciones de actividad. Necesidad de tomar el mismo camino, comer los mismos alimentos, tocar un objeto antes de salir de casa, o preferencia exclusiva por un solo juguete.
- Híper- hiperreactividad a los estímulos sensoriales. Esto se puede manifestar en indiferencia aparente al dolor/temperatura, respuesta negativa a sonidos o texturas específicos, olfateo o toque excesivo de objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento de ciertos objetos (ventilador)
Esto es solo una breve, brevísima, reseña de lo que significa el T.E.A. Para comprender las implicancias en la vida cotidiana es necesario recorrer un largo camino al lado de los padres y madres que no bajan los brazos, sino que luchan día a día, en el camino del aprendizaje, del amor, de poner el cuerpo y darse a sí mismo. Camino que por supuesto tiene muchas recompensas y alegrías.
Como cristianos nos toca el desafío de capacitarnos y fundamentalmente aprender a aceptar y amar las diferencias, para que la Inclusión sea una realidad en nuestras congregaciones.
¡Dios los bendiga!
Mirta L. Cuomo
Mirta Cuomo es Dra. en Psicología con orientación Neurociencias Cognitivas Aplicadas. Lic. en Educación/ Lic. en Psicopedagogía. Especialista en Estimulación Temprana. Especialista en Autismo y Asperger. Es Directora de CENTRO DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA “EN SUS PASOS”. Forma parte de la RED INTEGRADORA DE SBA y junto a otros profesionales, voluntarios, especializados en el trabajo con personas con discapacidad dona su tiempo y conocimiento para servir a la iglesia Cristo.
Buen día estoy muy entusiasmado y ustedes son la respuesta para mis oraciones, soy pastor de una iglesia en general pacheco, una de mis hijas es fonoaudióloga y trabaja el tema autismo en niños, trabajamos en la iglesia con muchos niños y tenemos este síndrome o diagnostico en la concurrencia y nos gustaría tener alguna capacitación sobre el tema. Muchas gracias espero respuesta. Bendiciones.
Hola Pastor Medina. Próximamente estaremos dando capacitaciones, puede informarse por nuestro instagram Sociedad Biblica Argentina.
Le comentamos que tenemos material para el trabajo de inclusión en la Escuela Bíblica para niños en edad preescolar, si quiere saber más puede contactarnos al WhatsApp +54 9 11 6643 5858 o a través del siguiente formulario: https://sba.org.ar/publicacionesintegradoras/
¡Quedamos a disposición!
¡Dios le bendiga!